La respuesta es sÃ, y lo es por diferentes motivos
En primer lugar porque está en el interior de la pieza de carne y el hueso lo que lo recubre, por lo tanto esta no se calienta tanto.
En segundo lugar la abundancia de tendones y otros tejidos conjuntivos que unen la carne al hueso hace que la proteÃna de colágeno de estos tejidos se descomponga y se convierta en gelatina que hará que la carne sea más tierna y jugosa.
Y por ultimo cerca de los huesos suele haber gran contenido en grasa y la grasa saturada animal goza de gran sabor.
Como ejemplo pensemos en una txuleta, cuando la asamos, la carne que está pegada al hueso, resulta un poco más cruda que el resto y esto hace que sea más sabrosa y aromática, además nos encontramos con esa grasilla de la que hablábamos que tanto adoramos y acabamos royendo.