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  • Foto del escritorStatere Experimental

Leche recién fabricada

Actualizado: 22 ene 2019


Las hormonas en los lácteos.

Según Xevi Verdaguer


Los lácteos de origen animal llevan hormonas, muchas hormonas, y esto tiene un impacto para nuestra salud muy importante, tanto positivo como negativo. Se ha demostrado en numerosos estudios que la leche de los humanos y de los animales tienen hormonas y factores esenciales para el crecimiento y la inmunidad del niño y del animal recién nacido. Por lo tanto, si un niño no puede recibir lactancia materna durante la etapa post natal, que es lo más deseable, siempre es más recomendable que tome leche animal que leche vegetal para favorecer su crecimiento y mejora del sistema inmune.

“¿A mi bebé le puedo dar leche arroz o de avena? Pues mejor leche de vaca señora, le respondo.”

Hay que tener en cuenta que la lactosa o algunas proteínas de la leche animal pueden provocar alergias en algunos niños y habrá que ponerse en manos del pediatra de confianza para que nos facilite una leche animal sin lactosa, por ejemplo. Tras consultar revisiones y múltiples publicaciones indexadas en webs como el PubMed, Web of Science, Google scholar, Medline o Science Direct podemos afirmar que la leche animal, especialmente la de vaca, lleva “ingredientes” que son iniciadores o desencadenantes del cáncer de mama, de próstata o de endometrio. Los ingredientes potencialmente fatales son estos: estrógenos y insulin-like growth factor-1 (IGF-1). Cada vez que tomas tu vaso de leche por la mañana, quizás café con leche, o tal vez el cortado o el cacaolat … es igual … los “ingredientes” peligrosos que estás ingiriendo cada día son los que te garantizan que vas a vivir menos años y disfrutarás del sabor de este vaso de leche y del sabor de la vida durante menos años. A mí no me quites la leche,¿eh? Me dicen, los pacientes. La leche no te la voy a quitar yo le respondo, te la vas a quitar tu mismo, después de que te cuente que es lo que provoca. Y si después de explicarlo todo,  alguna persona irresponsable decide seguir comiendo regularmente lácteos derivados de animales, especialmente de vaca, es mejor no ayudarla. Yo no acompaño a nadie que circula con un coche para accidentarse. Le doy la alta, sencillamente le invito para que siga el viaje con su coche por su vida solo.

Yo soy muy respetuoso con mi propia salud y así se lo deseo a mis pacientes y todas las personas que ayudamos.

La leche y sus productos lácteos derivados Ciertamente la leche y sus productos lácteos derivados como los yogures, quesos o mantequilla, son una parte importante de la cultura occidental o mejor dicho, de nuestra dieta occidental (Western diet). La leche de vaca, de cabra, de oveja o de camello, llevan una variedad de hormonas que pueden tener efectos fisiológicos y patológicos dentro de nuestro cuerpo, especialmente en las épocas más sensibles: la perinatal y la pubertad. La cantidad de hormonas que tomas al consumir un lácteo Es complicado especificar si la cantidad de hormonas que te tomas al consumir un lácteo es en una concentración fisiológica o, puede ser, suprafisiológica a nuestras necesidades. Tras comprobar en estudios epidemiológicos estos efectos en nuestra salud se han revisado y desarrollado diferentes métodos de análisis y ensayos complejos para aclarar la suficiente presencia o no de hormonas en los alimentos, especialmente de los estrógenos en los lácteos. Recientemente, en estudios realizados in vivo e in vitro, se han comprobado efectos tóxicos de los lácteos dado que la suma de sus componentes modifican el funcionamiento de nuestro sistema endocrino y alteran el crecimiento y la reproducción de las personas que consumen, incluso en pequeñas dosis. La leche de vaca ¿Has visto cómo crece y cómo engorda un niño alimentado con leche de fórmula exclusivamente? La leche de vaca está pensada para que su amado ternero crezca rápido y pese aprox. 100 kg al cabo de un año. Pues, así crece el niño. Y entonces quizás esta niña tendrá una menarquia precoz, a los 9 o 10 años, y sufrirá los dolores premenstruales o el estrés por los problemas de fertilidad que le acompañarán a la edad adulta y tras controlarse unos miomas o mamas fibrosas que le aparecieron hace tiempo, entonces quizás tendrá que luchar en contra de un cáncer de mama. Piénsalo. Los efectos biológicamente tóxicos que provoca la leche de vaca son complejos de evaluar dado que los estrógenos y sus metabolitos los encontramos todos juntos en el producto final. Las críticas ante tales correlaciones han llevado a los investigadores a clarificar diferentes aspectos conflictivos de estudios anteriores. Se ha concretado el porcentaje de las diferentes formas de estrógenos que podemos encontrar en la leche, especificando qué porcentaje circula de forma libre, con transportador y qué porcentaje de los estrógenos circulan de forma conjugada después de pasar por la biotransformación del hígado del animal. Después de estas valoraciones y de diferentes métodos de análisis para precisar qué hormonas encontramos exactamente en los lácteos animales y sus derivados, podemos especificar que la lista de hormonas que se transfieren por difusión a la leche, son: -Prolactina -IGF-1 (insulin-like growth factor-1) -Estrógenos -Progesterona -Corticoides -Andrógenos (hormona masculina) -Prostaglandinas. Prostaglandinas Esta hormona se mide en la leche para saber si la vaca tiene mastitis o alguna otra inflamación. Es un marcador que encontramos elevado cuando la vaca sufre inflamación de la glándula mamaria que hace que produzca mucha menos leche por un lado y cambia la composición de la leche que te tomas por el otro. La leche de una vaca con mastitis tiene menos calcio, menos fósforo y menos proteínas o grasas. Si la mastitis era subclínica y el campesino todavía no la había tratado, el lácteo que te tomas tendrá menos minerales y probablemente aún tendrá las bacterias o microorganismos patógenos que causan como el Staphylococcus aureus, Streptococcus Uber, Streptococcus agalactiae, Streptococcus dysgalactiae o una Pseudomona, Corynebacterium, Coliformes. Buen provecho. Pero si el agricultor ya la ha tratado te tomarás los residuos de los antibióticos que se le prescribirá como propuesta terapéutica a aquella bestia. Encontramos residuos de antibióticos en los yogures y quesos de vacas tratadas de mastitis. Sintetizando las prostaglandinas Las prostaglandinas las sintetizamos a partir del metabolismo de las grasas poliinsaturadas y tienen diferentes funciones. En la leche de vaca, cabra y oveja concretamente llevan Pg E2 (provoca dolores articulares y dolor de cabeza), Pg D2 (…), Pg F2 (…), Pg I2 (…) y tromboxano A2. En nuestro aparato digestivo tenemos especialmente las Pg E2 y tiene una función protectora de la mucosa del estómago. Las personas que tienen inflamación de la superficie gástrica o una úlcera de estómago seguro que habrán experimentado que la ardor de estómago le mejora cuando toma leche. “A mí la leche me va bien, me quita el ardor”, me dicen. Toma algún yogur y leche entera, no desnatada y con moderación. Las PGI2 de la leche también tienen una función protectora para el músculo cardíaco, protegiendo el corazón del estrés oxidativo. Por tanto, las personas que no tienen problemas hormonales y sufren úlceras de estómago pueden considerar la leche de vaca como algo beneficioso para introducir en la dieta a dosis moderadas. Altas dosis pueden ser catastróficas para las inflamaciones o problemas hormonales que provocan otros componentes de la leche. La Prolactina Es una hormona polipéptida y la encontramos en la leche de muchas especies animales. Se fabrica en la hipófisis anterior de las mujeres en la época de la lactancia, por el estímulo de la succión del bebé. Las funciones de la prolactina son la lacto génesis, regulación de la función ovárica y testicular, la conducta de los padres, angiogénesis, regulación del sistema inmune, reproductivo y la homeostasis osmótica. En estudios realizados con animales se ha visto que la prolactina no sólo se fabrica en la glándula hipófisis sino también a otros órganos como el hipotálamo, hipocampo, amígdala del cerebro, tronco cerebral o médula espinal, se transporta y se acumula en la leche mamaria. La leche de vaca es la que más lleva (en julio es el nivel máximo y en noviembre los niveles mínimos), junto con la leche materna, especialmente los primeros días después de parir. De todos modos, parece ser que los adultos podemos hidrolizar la prolactina de los lácteos que tomamos y eliminarla sin que tenga ningún impacto biológico en nuestra salud. Habrá que ser cauteloso hasta que no tengamos un consenso porque algunos estudios concluyen que sí nos afecta. Una dieta baja en calorías y con aumento de los niveles de vitamina C reduce la prolactina. En cambio, una dieta rica en grasas saturadas aumenta la prolactina. IGF-1 Es un polipéptido que también encontramos en la leche. Se fabrica mayoritariamente en el hígado y en las glándulas mamarias, también en muchos otros tejidos. Está en más altas concentraciones en el calostro de la leche materna que en la leche de la lactancia de después del parto. El proceso de pasteurización de la leche animal no destruye la IGF-1 y por lo tanto nos afectará la salud. La IGF-1 es una hormona anabólica que estimula el crecimiento (positivo en el caso de los bebés), también estimula la proliferación celular y promueve el desarrollo de cánceres al tener efectos antiapoptóticos. Según los últimos estudios epidemiológicos, los cánceres asociados a altos niveles de insulina o IGF-1 son el cáncer de páncreas, colon, endometrio, mama y próstata. Es muy típico comprobar diariamente a alguien con la IGF-1 alta. En las personas con sobrepeso y que cuando se hacen un corte o herida en la piel tienen una cicatrización con una proliferación exagerada y hacen cicatrices queloides. Aquellas cicatrices tan gruesas y anchas. Yo les digo que tenemos un problema y no en la piel. Tienes que reducir la IGF-1 rápidamente porque no es nada bueno para la salud hormonal tenerlo alto. La IGF-1 interviene en el metabolismo de la glucosa, lipogénesis, etc. Hormonas esteroides (glucocorticoides, mineral corticoides-aldosterona-, andrógenos, estrógenos y progesterona) Glucocorticoides (cortisol y corticosterona) También encontramos estas hormonas en los lácteos, especialmente en la leche. El cortisol es la hormona del estrés que desde la sangre pasa a las glándulas mamarias y se encuentra en la leche de las vacas, cabras y ovejas. Los glucocorticoides principales de los humanos son el cortisol, cortisona y corticosterona, los fabricamos endógenamente en la corteza suprarrenal (glándula situada justo encima de los riñones) a partir del estímulo de la hormona ACTH (adrenocorticotrophic hormone) fabricada en la hipófisis. La hipófisis fabrica ACTH y estimula la fabricación de cortisol cuando pasamos estrés, o cuando tenemos fiebre. Se ha visto que el uso veterinario de la dexametasona (glucocorticoide sintético) para enfermedades inflamatorias a los animales pueden aumentar los niveles de estas hormonas de estrés a las personas que consumimos su leche o su carne. También pueden elevar los niveles de cortisol en la leche animal las situaciones o condiciones diarias que a ellos les producen estrés como por ejemplo el transporte, cambios de dietas, cambios de temperatura, etc. Estas hormonas del estrés, los glucocorticoides, los eliminamos al igual que los animales a través del hígado. Metabolizamos el cortisol por la 1ª fase de hígado (oxidación, reducción y hidroxilación) y para la 2ª fase de hígado (glucoronització o UGT y la sulfatación o sultán) formando metabolitos que eliminaremos por la bilis o la orina. Pues bien, hay que tener en cuenta que también nos pueden subir los niveles de hormonas de estrés cuando tomamos lácteos. Andrógenos (Androstenediona, testosterona, dihidrotestosterona) Las vacas no tienen testículos pero la leche de vaca sí lleva androstenediona fabricada en las glándulas suprarrenales y en las glándulas mamarias, especialmente cuando están embarazadas. Esta hormona masculina puede provocar que las chicas que consumen lácteos de origen animal, especialmente de vaca, tengan un exceso de hormonas masculinas tan característico como el acné, ovarios poliquísticos, problemas de fertilidad, hirsutismo, cabello graso, dermatitis seborreica o comprobar que los pelos se enquistan cada vez que se depilan. Progesterona La progesterona también está en la sangre de los animales y en su leche. Encontramos niveles de progesterona muy elevados en las vacas embarazadas y es un parámetro que se utiliza para saber si la vaca está o no embarazada. Los humanos metabolizamos la progesterona para la primera fase de hígado por las enzimas de la super-familia CYP p450, concretamente por CYP 3ª4 y el CYP 2D6 y por hidroxilación / dihidrogenación. La progesterona tiene funciones muy importantes en nuestra reproducción tanto en la ovulación y como en el mantenimiento del embarazo donde tiene efectos inmunosupresores y, y también interviene en el desarrollo de las glándulas mamarias, características neuroconductuales, sexuales y aumento de la actividad de las neuronas Gabaérgicas. La progesterona está en niveles elevados en los derivados lácteos más grasientos dada su alta liposolubilidad, como la mantequilla, queso Gouda, crema de leche, yogur y en menos cantidad en la leche o leche semidesnatada. Si quieres progesterona, come mantequilla. Estrógenos Hay una gran controversia respecto a que si los lácteos son pro-cancerígenos o no, especialmente  del cáncer de mama y próstata. En estudios epidemiológicos se ha visto una alta incidencia en el cáncer de próstata y de testículo entre los consumidores de leche y productos lácteos (queso, yogur, mantequilla, yogures,etc.). Casi todos los alimentos de origen animal contienen 17-beta-Estradiol y sus metabolitos. Especialmente la leche y sus derivados, así como la carne de ternera y de cerdo. El 17-beta estradiol y la estrona los encontramos en diferentes partes de la vaca, del cerdo, del jabalí y de los terneros, tanto en la carne (músculo del animal) como la grasa o el hígado. Y llevan más los animales adultos que los jóvenes. Los estrógenos se encuentran especialmente a las grasas como la grasa de la oca. También en los huevos hay 17-beta estradiol y estrona. En las dietas occidentales el 60-80% de los estrógenos provienen de los productos lácteos. Donde encontramos el estriol, el estradiol, la estrona y especialmente el estrógeno sulfate que es el principal estrógeno conjugado y el más activo. El 69% de los estrógenos que encontramos en los lácteos son de la estrona E1, y el 90% de estos estrógenos están de forma conjugada. Por el momento no hay consenso sobre si los estrógenos están más presentes en la grasa de la leche o no. Unos autores opinan que el 50% de los estrógenos está a la grasa de la leche y otros han demostrado que no hay diferencias en el% de estrógenos de la grasa o comparado con resto de la leche. Por lo tanto, tanto la leche entera como la desnatada llevan estrógenos.

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Los niveles más elevados de estrona en forma libre y de forma conjugada están en la mantequilla, seguido por la crema de leche, queso Gouda, yogur y leche,por este orden. Si quieres estrógenos come mantequilla.

Resulta que en estudios epidemiológicos recientes se ha visto una clara correlación entre el alto consumo de leche y derivados lácteos con una mayor incidencia en el cáncer de testículo y de próstata. Las concentraciones de estrógenos libres y conjugados (ng / mL) en la leche de vaca frisona según Qin et al. 2004:


Los peces llevan menos estrógenos y sus niveles dependen de la estación y la época reproductiva. Todas las dietas no vegetarianas llevan estrógenos.

Los estrógenos en los alimentos Ciertos componentes de nuestra dieta y de la dieta que ofrecemos a nuestros animales, tienen una estructura molecular idéntica a los estrógenos e imitan su función. Los llamamos fito estrógenos. Se ha encontrado la presencia de fito estrógenos en la leche de vaca y en la leche materna. Y sus beneficios o prejuicios son efectos controvertidos hoy en día. Hay alimentos ricos en fito estrógenos como las isoflavonas o lignanos que tienen una estructura idéntica a los estrógenos endógenos, los que nosotros fabricamos, y ofrecen igualmente actividad hormonal dentro de nuestro cuerpo. Las isoflavonas de la soja y otras legumbres son metabolizados por las bacterias de nuestro intestino en unos metabolitos finales que tienen gran actividad estrogénica en casi todas las células de nuestro cuerpo. Si realmente los fitoestrógenos también son capaces de interactuar con los receptores hormonales que tenemos en nuestras células, efectivamente estamos diciendo que ellos actúan como disruptores hormonales en casi todos los tejidos de nuestro cuerpo. Los estrógenos en la leche Actualmente las vacas y muchos animales están alimentados con comida ricos en fitoestrógenos. Después de la digestión de estos alimentos las vacas obtendrán unos metabolitos con actividad estrogénica, que irán en la sangre y entonces a la leche. Así es, los estrógenos que fabrican los animales de forma endógena y los que les damos nosotros mismos para alimentarlos, todos juntos, llegarán a la leche y a nuestra cadena alimentaria en forma de yogures, mantequillas, quesos, chocolate con leche, helados y muchos otros derivados o productos variados donde se añade algún lácteo. Además, los medicamentos utilizados por el veterinario como las hormonas de crecimiento acabarán estando presentes como residuos en la leche y sus derivados.

¿Alguien me puede decir qué demonios estamos haciendo? Estamos dando un abuso de alimentos y medicamentos con función estrogénica a nuestros animales, para luego tomarlo nosotros. Creamos y nos alimentamos de nuestro propio “veneno”.

Dada la importancia sobre la presencia de estrógenos en los alimentos actualmente se utilizan sofisticados métodos de detección que precisan con gran sensibilidad la cantidad de estrógenos para intentar mejorar la epidemia que vivimos en nuestro siglo de problemas de fertilidad, obesidad , enfermedades inflamatorias y cánceres hormonodependientes. La población más sensible a los cambios hormonales La parte de la población más sensible a los cambios hormonales son los chicos y chicas que están en la época pre-puberal donde las hormonas tienen un efecto en el desarrollo y crecimiento muy importante. En chicos con la enfermedad de Turner se ha visto que pequeñas dosis de estrógenos aumentan la velocidad de crecimiento, en cambio, un exceso de estrógenos no provoca ninguna aceleración en el crecimiento, incluso puede inhibirlo. Los estrógenos favorecen el crecimiento de la epífisis de los huesos. Y es dosis dependiente. Las chicas que tienen unos niveles elevados de estrógenos tienen una maduración y fusión de las epífisis de los huesos y una finalización de la línea de crecimiento más precoz que los hombres. Los estrógenos tienen una gran potencia como factores de crecimiento y tanto el estradiol (E2) como alguno de sus metabolitos tienen efectos promotores de cáncer. En la primera fase de hígado los estrógenos comienzan a degradarse por unas enzimas llamadas CYP P450 y derivan diferentes metabolitos. especialmente: -2-OH E1 E2 -4-OH E1 E2 -16alfa-OHE1 Los metabolitos 2-OH y 4-OH llamados catecol estrógenos seguirán su camino por la 2ª fase de hígado, concretamente por las enzimas de la metilación, convirtiéndose en 2-metoxi E2 y 4-metoxiE2. Cuando no podemos metilar los catecol estrógenos (2-OH y 4-OH) en metoxi estrógenos por las enzimas catecol-metil-transferasas del hígado, entonces tenemos un problema. Tendremos una acumulación de catecol estrógenos si no metilo bien. Concretamente la oxidación de los catecolestrogens, es decir, la oxidación de los metabolitos 2-OH E2 y 4-OH E2 provocará la formación de quinonas y semi quinonas que pueden enlazarse a nuestro ADN y provocar la fabricación de aductos en nuestro ADN y actuar como un promotor de iniciación del cáncer.

Mecanismo de acción de los estrógenos Los estrógenos son activos cuando se adhieren a su receptor nuclear (ER alfa o ER beta), receptores de la membrana celular y también por la red de interacción de varias vías de señalización intracelulares. Las acciones de los receptores de estrógenos alfa o beta es por la acción del receptor con un elemento de unión en el ADN que causará la activación de la transcripción genética. Se ha comprobado que la expresión de los ER alfa y beta en cánceres sensibles a los estrógenos tienen una mayor expresión del mRNA y proteínas del ER alfa y beta en tejidos con cáncer que en tejidos sanos. El ER alfa es un receptor que ha mostrado una actividad neuroprotectora pero también una actividad mitogénica. En cambio, el ER beta se ha sugerido como un receptor con efectos protectores para el desarrollo del cáncer, pero induce la apoptosis de las células neuronales. Los estrógenos y el sistema reproductivo masculino En los hombres la mayor parte de los estrógenos son fabricados en los testículos por la enzima aromatasa. También los fabricamos en las glándulas suprarrenales y otros órganos. A niveles alimentarios los estrógenos nos llegan a través del agua, la carne, los huevos, y productos lácteos. La vía exógena alimentaria es la que más nos afecta a los hombres. La leche y los derivados lácteos representan el 70% de los estrógenos que nos entran en nuestro cuerpo. Y, por ejemplo, un vaso de vino tinto contiene 0,5-2 microgramos de estrógenos. Los estrógenos, cuando se unen a los receptores, tienen unas funciones muy importantes por los hombres. Al igual que en las mujeres regulan funciones muy importantes. Los estrógenos son muy necesarios para la expansión androgénica del periostio de los huesos en la pubertad. Los hombres sin el ER alfa son infértiles. Los xena estrógenos que provienen de la dieta se ha visto que provocan, en ratas, una disminución del peso del epidídimo (estructura de los testículos responsable de la maduración y activación de los espermatozoides), una disminución de la cantidad y de la movilidad de los espermatozoides. El ER beta regula la absorción de los espermatozoides y sus fluidos hacia la cabeza del epidídimo y sin esta función estrogénica no podríamos ser fértiles. Como vemos, en los hombres tienen una gran importancia en la maduración y supervivencia de los espermatozoides, y también en el control del esqueleto y el sistema cardiovascular previniendo la osteoporosis y la arteriosclerosis.

Bibliografía Estrógeno: Uno de los factores de riesgo en la leche para el cáncer de próstata. Qin LQ, Wang PY, Kaneko T, Hoshi K, Sato A J Agric Food Chem, 54 (26); 9785-9791. (2006) Estrógenos naturales en la leche procesada y en la leche cruda (vacas gestantes) Malekinejad H., Scherpenisse P, Bergwerff A.A Br J Cancer, 80 (7): 1107 a 1113. (1999) Productos de origen animal, calcio proteínas y el riesgo de cáncer de próstata en los Países Bajos Schuurman AG, van den Brandt PA, Dorantes E, Goldbohm RA. Nutr Cancer, 18 (3): 277-286. (1992). Dieta y cáncer prostático : estudio de casos y controles en el norte de Italia. Talamini R, Franceschi S, La Vecchia C, Serrainat D, Barra S, Negri E. Int J Cancer, 80 (5): 704-708. (1999). Dieta y cáncer de próstata: un estudio de casos y controles en Grecia. Tzonou A, Signorelli LB, Lagiou P, Wuu J, Tri-chopoulos D, Trichopoulou A. Br J Cancer, 73 (5): 687-691. (1996). Ingesta de productos lácteos y el riesgo de cáncer de mama. Knekt P, Järvinen R, Seppanen R, Pukkala E, Aro-maa A. Int J Cancer, 93 (6): 888-893. Infancia y consumo de leche en adultos y el riesgo de cáncer de mama menopáusica – estudio de las mujeres noruegas y el cáncer. Hjartaker A, Laake P, Lund E (2001).

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Con 21 años empecé a trabajar de fisioterapeuta. Como notaba que mis conocimientos sobre la salud y los pacientes eran incompletos y me había quedado insatisfecho, me especialicé en alteraciones craniomandibulares y craneocervical. Después vino la posturología integrativa. "Muchas veces la gente tiene problemas de postura por una mala oclusión mandibular, por una mala postura de los pies o por problemas visuales". Pero en algunos pacientes los males no se resolvían, así que continué investigando Fui el primer catalán en estudiar Psiconeuroinmunología y a partir de ahí me he adentrado en el mundo de los aminoácidos, la alimentación, la suplementación, la hipnosis y la Microimmunologia. La visión holística sobre la salud humana me ha convertido en un profesional de primer nivel, con las consultas llenas de pacientes desorientados que buscan alternativas a la medicina convencional.

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